
En 1983 me quedé 10 días sin comer, aislado en unas sierras remotas de Alto Paraíso… Me parece que entonces perdí muchos kilos, pues cuando volví para el “mundo civilizado” y me miré en un espejo no me reconocía de tan delgado que quedé… No sé cuantos kilos perdí entonces, pues no me pesé ni antes ni después del “experimento”, pero debí perder muchos… Mas me parece que en aquéllos tiempos tenía más “kilos para perder” que actualmente, tal vez unos diez o doze kilos más que ahora… Si todo correr bien y llegar al “Estado de Inedia”, espero que mi peso se estabilice con unos 47 kilos…
En aquéllos tiempos, inicio de la década de 80, yo tenía la noción de que las personas, cuando tienen sus organismos sometidos a la falta de alimento por periodos prolongados de tiempo, mueren antes por “intoxicación” que por “inanición”… Eso ocurre, porque normalmente en los pliegues del intestino grueso existen residuos alimentares antiguos en estado de putrefacción, siendo que, las “defensas naturales” que tenemos consiguen neutralizar el peligro representado por ese material infeccioso en potencial. Cuando cesa la ingestión de alimentos, no cesan igualmente los “movimientos intestinales” para expulsar todos los residuos que allí se encuentran, y los “residuos putrefactos” que se encuentran alojados en los pliegues del intestino, son forzados a salir y con eso a se diseminar y esparcir por todos los intestinos, acabando se introduciendo también en el sistema circulatorio y provocando con eso la “intoxicación” de todo el organismo que puede llevar a la muerte, agravada la situación por la disminución de la “capacidad defensiva” del organismo por causa del ayuno prolongado… La recomendación que yo seguía por aquéllos tiempos, era la de hacer un “lavaje intestinal” antes de iniciar un periodo de “ayuno prolongado”…
De esta vez, estoy haciendo un experimento nuevo “paralelo al principal”… Bebo parte de la orina que produzco para “desinfectar” mi intestino… Hoy mismo, después de tres días sin alimentación, mi organismo expulsó residuos digestivos “antiguos”, y estos no tenían olor: ¡Seguramente que ellos quedaron “inertes” por la acción de mi propia orina!...
En otro lugar de la Internet, ya traté del asunto (en portugués) con el título E tua barriga, como vai?... http://angelaguinaco.zip.net Archivo 13/VIII/2006 a 19/VIII/2006, después de Don Quixote y Solaris II.
Brasil 15 / VI / 2011.
Nenhum comentário:
Postar um comentário